Cada año son más evidentes los efectos de la crisis climática en la agricultura. Los agricultores del hemisferio sur ya se ven muy afectados, mientras que un número cada vez mayor de regiones del hemisferio norte también sufren las consecuencias de la mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos y del cambio de las estaciones. Por otra parte, la agricultura no sólo se ve afectada por el cambio climático, sino que también es uno de los mayores emisores, por ejemplo, debido a los cambios en el uso del suelo o a las emisiones de metano. En la actualidad, la Política Agrícola Común (Common Agricultural Policy, CAP) de la Unión Europea (UE) sigue favoreciendo en su mayoría prácticas agrícolas insostenibles y la adopción de prácticas de agricultura ecológica sigue siendo baja en la UE.
Desde julio de 2022, el Departamento de Comercio Justo y Responsabilidad Social de la Asociación Naturland participa en el proyecto BEATLES (behavioral change towards climate-smart agriculture). La agricultura climáticamente inteligente se refiere a las prácticas agrícolas que aumentan de manera sostenible la productividad agrícola y los ingresos, se adaptan y crean resiliencia al cambio climático, y reducen o eliminan las emisiones de gases de efecto invernadero, siempre que sea posible (definición de la FAO). El objetivo del proyecto es comprender los obstáculos y las palancas para una transición hacia una agricultura y un sistema alimentario más climáticamente inteligente. A partir de ahí, se desarrollarán vías hacia el cambio socio-ecológico mediante la provisión de un conjunto de modelos de negocio para propuestas de valor justo, recomendaciones políticas y una guía para asesores agrícolas.
Los principales resultados del taller de co-creación son:
- La producción lechera climáticamente inteligente puede lograrse mediante una mezcla de factores: Longevidad y un rendimiento durante el día de vida (a través de la cría y la mejora del bienestar animal), producción adaptada a la región (como praderas, razas de doble propósito, cría de ganado basada en el área, alta proporción de forraje en la alimentación), economía circular y producción regional (fuentes locales de proteínas, uso de productos secundarios de la industria alimentaria como alimento) y altos estándares de agricultura orgánica (como las normas de Naturland).
- Un reto importante es el desconocimiento de los consumidores: Su percepción, a menudo desinformada, de la agricultura ecológica y respetuosa con el clima y su escasa comprensión de los precios potencialmente más elevados en comparación con los productos convencionales dificultan sus decisiones a favor de los productos ecológicos y respetuosos con el clima.
- Las políticas agrícolas a menudo no abordan correctamente a los agricultores y sus retos: Políticas como la PAC deberían ser más accesibles para los agricultores y centrarse más en promover el uso extensivo de los pastos.
Autora
Magdalena Nertinger trabaja en el departamento de Comercio Justo y Responsabilidad Social de la asociación Naturland. Además del apoyo a los miembros en el Sur Global, sus tareas principales incluyen la implementación del proyecto BEATLES.