El sector del té en Georgia tiene una historia fascinante
La cultura del cultivo del té se extendió en Georgia en la segunda mitad del siglo XIX.¹ A principios del siglo XX, las plantaciones de té se generalizaron en Guria, Abjasia, Adjara, Imereti y Samegrelo. Georgia suministraba té de alta calidad a toda la Unión Soviética a partir de la década de 1940. Durante el periodo soviético, la producción de té fue uno de los sectores más desarrollados y económicamente rentables de Georgia. En la década de 1980, Georgia ocupaba el 5º puesto entre los países productores de té. El té georgiano se exportaba a Francia, Alemania, Austria, Finlandia y el Reino Unido. En la década de 1990, tras recuperar la independencia de la Unión Soviética, la guerra civil y la pérdida de los mercados tradicionales contribuyeron al hundimiento del sector del té georgiano. La superficie de plantaciones de té en el país se redujo drásticamente. En 2016, el volumen de producción de té georgiano fue de tan solo 1.800 toneladas, lo que supuso un descenso del 99% en comparación con el pico de 152.000 toneladas alcanzado en 1985.
Los conocimientos de GOPTA indican cómo esta relación natural nutre las hojas de té de alta calidad. El enfoque sostenible fomenta un ecosistema en el que las hojas caídas enriquecen el suelo, creando un entorno sostenible que requiere una intervención mínima. La protección natural y el blindaje contra las heladas primaverales preserva la cosecha inicial, mientras que la protección contra los vientos cálidos y fríos garantiza un entorno estable para el crecimiento del té. Además, el desarrollo más lento de la vegetación da lugar a hojas enriquecidas con micronutrientes, lo que eleva tanto el sabor como el contenido nutricional. El enriquecimiento con humus es otro factor importante, ya que las hojas caídas de los árboles enriquecen el suelo, fomentando un ecosistema más sano y sostenible para el cultivo del té. Y por último, pero no por ello menos importante, la sombra de los árboles crea un entorno de trabajo más agradable: Las temperaturas más bajas en las plantaciones sombreadas crean un clima más confortable para los recolectores de té, sobre todo durante los abrasadores días de verano.
